miércoles, julio 25, 2007

Los Pandas de Chengdu

DaXiongMao , el grande oso gato, es el protagonista sin excepción en la ciudad de Chengdu . El Panda es un animal adorado en China y es en esta región del país donde se concentran los mayores esfuerzos por su recuperación. Las necesidades de engullir gran cantidad de bambú en condiciones muy específicas, las enfermedades parasitarias y la acción del hombre son sus principales amenazas.

En libertad, ver un panda es casi tan fácil como ver un lince ibérico. Si se quiere ver uno, hay que visitar uno de los pocos zoos del mundo que los tienen, como Hong Kong, Viena y bueno, ahora España tras la visita de los Reyes, entre otros. Pero la cosa cambia en la capital de Sichuan donde se encuentra el Centro para la investigación y conservación del panda gigante.

Nosotros fuimos, como es casi obligado si los quieres ver moviéndose, a las 8.30 de la mañana . Fuimos en taxi, que nos salió a unos 4€ y la entrada otros 3€, lo comento porque es la mejor forma de ir, las excursiones suelen ser más caras…La razón de ir por la mañana es clara. A esas horas comen, entre las nueve y las diez, y el resto del día se echan la siesta . Tuvimos suerte, porque prácticamente vimos 24 pandas, es decir que ya al final casi te aburres de verlos.

El parque es muy sencillo, no tiene pérdida. Tiene un pequeño cine, un museo-exposición, y caminos que llevan a las áreas donde están los pandas. En total hay cinco o seis y nos las vimos todas claro, no son demasiado grandes. Todo está lleno de bambú , cultivado para alimentar a los osos.


Primero vimos a los peques , son una verdadera monería, torpones, frágiles y graciosos, no te puedes ir sin verlos. Luego pasamos a ver a las mamis pandas , una de ellas es la que se vió junto a la Reina tomando bambú, al igual que ella había opción de hacerse una foto una de las pandas gigantes. Más tarde pasamos, o más bien lo intentamos, a la enfermería , donde están los recién nacidos, la época más crítica de su existencia.

Dando otro paseo nos encontramos con los semi-adultos , que ya estaban un poco dormidos y finalmente tras una espera de veinte minutos, vimos el proceso de alimentación de los adultos , una duchita y luego a comer bambú, una forma de arrasar con ello que te deja asombrado y con el que comprendes por qué tienen a dos pueblos enteros con su población dedicada al cultivo del bambú para la reserva.



Después del atracón, visitamos a los olvidados o “segundo plato”, los pandas rojos , que no están tan en peligro y que son menos famosos. Cuando ya todos estaban durmiendo, fuimos al museo y a ver el vídeo que te narra la vida del panda, sus problemas y la situación del centro.

A la una de la tarde habíamos vuelto de sobra al hostal y esa tarde fue maldita, pero necesaria.

Los permisos del Tíbet

A un día y medio de irnos, no habíamos sacado los permisos, ni sabíamos con certeza si se necesitaban. Éste es un tema realmente confuso, y poca gente conoce la normativa exacta ya que son tantos los rumores de que se necesita o no se necesita que te vuelves loco. Además es cierto que cambia según los acontecimientos, con lo que según la época las posibilidades cambian. Cansados de rumores, en el hostal de Beijing nos dijeron que no se necesitaban, decidimos hacer una investigación llamando al aeropuerto de Chengdu, a dos agencia de viajes, entre ellas CITS, a la embajada China en España, a los hostales y las personas que nos encontrábamos. Tras varias horas (y días anteriores) llegamos a la conclusión de que era imprescindible, al menos para coger un avión a Lhasa desde Chengdu . Desde el Hostal, el Mix Hostel, contactamos con 3 agencias y fue la tercera la que en un día nos comentó que se podían tramitar, al precio de 35€ por permiso . Así que los encargamos y nos fuimos a ver Chengdu.


Tuvimos poco tiempo para disfrutarla, pero lo hicimos lo mejor que pudimos. Caminamos desde el Hostal al centro y nos quedamos un rato largo en la plaza principal, en la que hay una gran estatua de Mao, en frente de un llamativo complejo de fuentes. Tomamos algo de cenar y nos volvimos al Hostal a descansar, la tarde había sido muy rompe nervios…

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Lijiang, hasta siempre.

En estas breves líneas describo nuestra despedida de la preciosa ciudad de Lijiang. Nuestro avión era por la tarde, así que nos tomamos el día con calma. Estuvimos pensando en ir a Baisha , una famosa población cerca de Lijiang , pero estábamos cansados y preferíamos echar un último vistazo al núcleo de la ciudad vieja .

También dedicamos un tiempo a pasear por la zona nueva para ver si era parecida a otras ciudades chinas y para qué nos vamos a engañar, como gotas de agua…Encontramos la estación de autobús para ir al aeropuerto y medio hicimos el planning del día.

Paseamos por la parte sur de la ciudad, vimos unas exposiciones de fotos de un tal Joseph Rock , un explorador de principios del siglo veinte, rodeamos la Mansión de la Familia Mu y paseamos, asistiendo a una jubilosa salida de niños del cole, hasta la plaza del mercado viejo



Nos dimos un homenaje a la hora de la comida, cogimos la Loli y nos pusimos a pedir platos de la escuela del Oeste , y algún plato de la escuela del Sur, ya que estando al suroeste te queda algo de duda. El resultado : “Carne con aspecto de pez”, “Col china con carne”, y nuestro mítico revuelto de Huevos y Tomate… casi lo de siempre…


Llegada a Chengdu

La llegada fue vista y no vista, estos pequeños aeropuertos chinos están bastante bien organizados y se cogen las maletas casi enseguida. Nos unimos a la típica melé para comprar billetes del autobús lanzadera a la ciudad y en la histeria colectiva compré tres billetes en vez de dos…Al llegar a la ciudad, no sabíamos donde nos dejaría el autobús, cogimos un taxi al hostal en el que íbamos a hospedarnos: El Mix Hostel , del que se encuentran tarjetas en muchos de los hostales de jóvenes de otras ciudades de china.

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miércoles, julio 18, 2007

La Garganta del Salto del Tigre, el regreso.

El 4 de Marzo regresamos a Lijiang desde la garganta, no sin antes recorrer unos paisajes como pocos han visto estos humildes ojos. Senderos de infarto, pruebas de valor, y unos contrastes de un río azul verdoso con las escarpadas montañas blancas nos han dejado un recuerdo que perdurará mucho tiempo.

Desde Tina´s parte un sendero hacia la garganta, elaborado por una familia durante tres años y por el uso del cual hay que pagar un pequeño peaje. Un desayuno de "sándwich Naxi", una tosta de pan sin fermentar que se enrolla sobre una mezcla de tomate y ternera, nos dio las energías para afrontar el segundo día.

La bajada a la garganta

Bajar no cuesta demasiado, salvo en los últimos tramos en los que los precipicios empiezan a aparecer. Poco esfuerzo físico y un poco más psicológico. Si no que se lo cuenten a Sam nuestro compi inglés de batallas que iba "amarrao" a las paredes como si la sensación de dejar el contacto con el muro le fuera a lanzar al vacío . Tras una bajada de alrededor de cuarenta minutos se llega a la orilla del río donde la fuerza del agua te hace sentir insignificante. Desde allí se puede atisbar lo que va a ser la subida…

Precipicio Salto del TigreBajada al Yangtse
Tiger Leaping Gorge
Garganta Salto del Tigre
Sendero horadado en la piedra

Un buen resumen del camino de subida. En algunos tramos, el ancho del sendero era de unos cuarenta centímetros. No pasaría nada si no fuera porque a la derecha teníamos una caída cada vez mayor según dejábamos atrás los recodos. Caída a pico de la que te separaba una vallita, en algunos momentos a la altura de la rodilla, formada por clavos de grosor medio clavados en la piedra y unidos por un cable también metálico, al que te agarrabas como si fuera oro. Pronto llegaríamos al punto medio del camino, en el que se deja el sendero de piedra, pero para ello había que pasar una pequeña prueba .

Yunnan, high cliffs in YangtseDesfiladero de Piedra Yunnan
Límite vertical, la escalera.

La habíamos visto desde abajo, y no daba buena espina. Además el serpa no lleva arneses , o eso o los lleva metidos en los zapatos, por ejemplo. Tenía unos 25 metros más o menos y al menos parecía bien sujeta a la pared. Me lancé a la escalada el primero sin mirar atrás y más que agarrado iba empotrado en los escalones . Las vistas, impresionantes, por lo menos para Raquel, que no sufre ningún tipo de vértigo. No hablemos de Sam, más blanco que la nieve, consiguió llegar a la cima sin resuello y desencajado…sin mirarnos siguió subiendo…esto de la altura te hace vivir otras sensaciones y si escribes sobre ello, pues las cuentas. Una persona normal iría con la boca abierta por la maravilla natural . Miraras donde miraras había algo excepcional…


El resto de la garganta

Llegamos a Tina´s un poco cansados por la subida y la descarga de adrenalina. Nos recibieron las chicas de la posada con una matanza de gallinas en la calle…un pelín desagradable. Nos tomamos un té calentito , como siempre, en la terracita que da a la garganta, hicimos el petate y tomamos un coche para salir de nuevo a un ancho valle. Os dejamos un par de fotos del lugar, digno de un documental del Nacional Geographic.





Daju, tras cruzar el río

Otro pequeño paseo, que en esos momentos no parecía pequeño, nos dejó en un ensanche del río y sin acantilados en la que se había instalado un humilde servicio de ferry . Hasta ese sitio era precioso. Subiendo de nuevo una de las colinas aterrizamos en Daju , un pueblín en el que tomamos el almuerzo. No tiene precio pedir coliflor (Hua Cai, vegetal-flor en Chino) y que la buena mujer se meta en el huerto a recolectar los brotes tiernos del susodicho vegetal. Nosotros la ayudamos a que en vez de coger los brotes proyecto de coliflor metiera un tanto por ciento de coliflor tal y como la conocemos nosotros. Unos fideos picantes y un poco de carne completaron el menú.



La montaña de Jade y sus paisajes

La vuelta a Lijiang , ya sin caminatas de ningún tipo, pasa por uno de los accesos a la Montaña, el cual decidimos no visitar, se veía bien desde lejos y nos asustaba un poco el mal de altura ya que llegas a un parque que queda a unos 4200 metros .

Aún así hicimos bastantes paradas en el camino para echar vistazos al valle. Más tarde llegamos a otro parque en el que se podía disfrutar de los Yaks y de un artificial tramo de un afluente del Yangzi. Una vez en Lijiang, una peli en el hostal y cena de pinchitos para asimilar lo recorrido.



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La Garganta del Salto del Tigre, el paseo sin fin.

En este post encontraréis nuestro primer día en nuestra ruta a través de la famosa Garganta del Salto del Tigre , uno de los lugares que en nuestra opinión es de los más ricos naturalmente. Esta garganta formada por los años por el río Yangzi , se encuentra en un valle al pie de la imponente Yulong XueShan de 5500m de altitud. Los contrastes son magníficos y las vistas de infarto.

Nosotros contratamos una excursión de dos días ya que se dice que no es un lugar para ir de broma o sin guía. No son infrecuentes los accidentes, sobre todo en la época lluviosa en la que los senderos pueden desaparecer en algunos tramos o incluso se llegó a hablar de asaltos de diversa índole, de los que serán verdad la cuarta parte. Queríamos ir por nuestra cuenta, pero ante los sucesivos consejos de guías de viaje y hosteleros decidimos ir organizados. A las 7.50 de la mañana estábamos con nuestros macutos en la agencia y, más que nada, para evitar cualquier tipo de timo o escaqueo nos hicimos unas fotos del recorrido. No sabíamos lo que nos esperaba, en todos los sentidos. Aquí os dejamos un pantallazo de nuestra excursión.El precio, 48€ por persona, incluía el coche con conductor y al que nosotros llamamos el "sherpa", el guía vaya, el alojamiento y alguna comida.

Excursión a la garganta del tigreMapa Garganta del Salto del Tigre

Nuestra primera parada fue un lago que vimos de lejos, la verdad que el valle se veía lejano pero precioso , una vez tomada la foto nos metimos de nuevo en el coche. El tiempo no era del todo maravilloso y temíamos porque se tornara nublado y nos chafara las vistas. La segunda parada fue el Primer Meandro del Río Yangzi , que se advierte mejor desde lo alto de la colina en vez desde el mercadillo en el que nosotros hicimos la parada técnica. Finalmente arribamos a la población o punto de partida del Trekking, QiaoTou . En la época del año que fuimos nosotros no había ni un alma, así que mejor.

Primer Meandro YangziValle de Yunnan
Raquel y el Sherpa
Qiaotou
De Qiaotou al sendero de las 24 curvas

Dejamos el coche en Qiaotou y nos preparamos para el trekking. Ya empezamos a ver las cualidades de nuestro guía: un auténtico fondista, un tío que iba prácticamente corriendo por los sinuosos senderos del valle. Cuando levantábamos la cabeza atisbábamos su camisa naranja en la lejanía, muchas veces la única referencia para saber por dónde iba el camino o que bifurcación tomar. Más que un guía, era una boya . Pero no éramos sólo tres, un inglés, Sam , que llevaba 4 meses de viaje por Asia, se había apuntado a la excursión. Con más pánico que yo a las alturas y una forma física lamentable, dudamos si lo pasó bien. Si nosotros íbamos retrasados respecto al serpa, éste casi ni avanzaba, prácticamente infartado desde el minuto tres. Un par de veces nos quedamos esperándole aún a riesgo de perder la referencia del naranjito. En fin, esto son cosas menores. Cada tres minutos nos parábamos a mirar dónde estábamos: en el auténtico quinto pino pero un impresionante quinto pino .


Después de unas tres horas de andar por el valle y descansar brevemente en el pueblo de Nuoyu , el camino se empezaba a empinar seriamente, hasta el punto de sólo mirarte a los pies durante casi una hora. El camino de las 24 curvas no puede tener mejor nombre, de ciento ochenta grados y cada cual con más pendiente, llegamos al pico realmente reventados.


Precipicios, cascadas y senderos infinitos.

Después de almorzar algo tras la paliza y comprar agua a precio de ruina, exagerando claro, emprendimos de nuevo el viaje. Esta vez el escenario cambió ligeramente. Estábamos unos mil metros por encima del curso del río y los precipicios empezaron a aflorar en los recodos del camino. La vista del río, impresionante. En una de los tramos tuvimos que cruzar una cascada que ya habíamos visto desde lejos. Desde luego la situación de carrera seguía igual. El serpa había demostrado que ganó por goleada y de Sam hacía tiempo que no sabíamos de él. El último tramo del trekking, hasta la posada en la que nos alojaríamos fue la más “cansina”, una fina bajada pero interminable. No podíamos más. Al llegar a Tina´s estábamos destrozados, los tobillos, pasando por los gemelos y los muslos, hasta las abdominales, hombros, mochila e incluso las ideas estaban cansadas. Un merecido descanso nos esperaba o más bien no quedaba más remedio que descansar pues al día siguiente bajaríamos a la garganta propiamente dicha.

Fueron exactamente OCHO horas de caminata en la que recorrimos 22km por un camino que ni siquiera las cabras querían coger.

Garganta Salto del TigreGarganta Salto del Tigre

Garganta Salto del Tigre
Garganta Salto del Tigre

Me vuelvo loco con las fotos de este sitio. Fue una maravilla. Si queréis ver más:
Yunnan, naturaleza desbordante.

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