lunes, enero 15, 2007

Bancos, correos y peluquerías

¡Hola! Se siente el parón de escritura... demasiado trabajo últimamente. Además ha llegado un chico nuevo español, sevillano, con mucho “arte” como dice él. Ahora estamos él, Alejandra y Alfonso trabajando y charlando juntos mientras esperamos que Raquel llegue de entrenar su baile clásico chino...Sí, tiene que bailar para la fiesta del año nuevo chino y la han hecho ir los sábados y domingos a practicar.

Dejamos la historia el día 28 de diciembre, con la despedida de Nina. Antes de irnos a Hong Kong, pasamos un par de días muy liados con un tema del banco. El derecho a la intimidad parece que no existe dentro de la compañía. Si nos vamos a Xian y pagamos 60€ por los billetes, todo el mundo lo sabe. Si nos vamos a Hong Kong y hemos pedido dos días libres, todo el mundo lo sabe y te lo comenta. Si te hacen una transferencia tus padres, a los 30 minutos todo el mundo lo sabe, ¿Cómo? El del banco llama a la empresa y nos hace i al banco. En el banco no hablan inglés, con lo que viene un compi a ayudarnos. El compi llama a todos sus compis y por si no se ha enterado todo el mundo, el banco llama a los recursos humanos de la empresa y ellos ya difunden el mensaje. Total que si nos vamos de viaje, saben mejor que nosotros cuanto nos vamos a gastar etc.

Otra cosas que intentamos estos días fue mandar el paquete trampa que nos había dejado Nina. Ese paquetillo de 10kg que había que mandar a Serbia a un precio de 250 yuán, lo que cuesta enviarlo a España. Llegas a correos y te comentan que serbia no existe en la base de datos, bueno en realidad no les suena el país ni saben como se escribe, con lo que se necesitan cientos de llamadas buscando una solución que no llega. Conclusión, no existe. Pues nada, haga el favor de probar con Belgrado.... nada, pruebe con Yugoslavia y ¡voila! Aquí tenemos a Yugoslavia en la base de datos, a precio de 700yuanes el envío. Ahora mismo tenemos en stand-by el paquete esperando una decisión.
¡Qué más cosas, ah sí! Fuimos a una peluquería fashion de Hangzhou, y tanto Alejandra como Raquel y Alfonso nos pegamos unos retoques entre el revuelo del staff de la pelu. Según parece tuvimos el honor de que nos cortara el pelo un maestro del oficio, que lleva cortando el pelo desde los 14 años. Una curiosidad bastante curiosa es que para lavar el pelo no utilizan agua, directamente el champú te lo ponen en la cabeza y remueven y lo extienden a placer por todos lados. Otra curiosidad es que si quieres te dan un masajito en la espalda y en la sien, te quedas la mar de bien. Y esto no es todo, lo más importante es que el ayudante de peluquero aparece con bastoncillos de las orejas y cariñosamente te los introduce hasta el tímpano... así que después de la relajación del masaje te tensas de nuevo con la operación de los oídos... pero quedamos muy guapos todos.

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