Casa de té y despedida de Nina

La semana de Navidad y fin de año se ha destacado por ser eterna. ¿Sabíais que teníamos vacaciones el día 1,2 y 3 de enero? ¡Qué bien!...y pensamos: “qué raro...”. Obviamente el gato encerrado es que teníamos que trabajar el día 30 y 31, es decir, siete días seguidos... madre mía, no es justo... pues nada, nos vengamos pidiendo dos días libres (4 y 5 de enero) y preparando nuestro viaje a Hong Kong, que esperamos relatar en breve. 7 días de trabajo, 7 días de vacaciones.
Preparar un viaje lleva algo de tiempo y escribir en el blog también. Por eso no hay nada demasiado interesante que contar de estos días salvo que el día 28, día de los inocentes, otro más de nosotros se marchaba. Esta vez le tocó a la compañera de piso de Raquel, Nina. Para despedirla nos fuimos todos a cenar a una casa de té. Esto funciona de la siguiente manera, pagas un té, de unos 6€ y tienes acceso a un bufete libre en el que el 80% de los platos consisten en arroz. No se si os acordáis de todas las formas de preparar pasta que conocía la chica de el otro lado de la cama (lacitos,...). La tía sería feliz con la lista de platos diferentes que se pueden hacer con arroz... Al final te empachas claro...

Después de la cena nos quedamos en su habitación hablando con ella y ayudándola a comprimir todas sus cosas, unos 65 kg de equipaje que debía hacer pasar por 30kg... Esta historia se ha repetido con todos los que se han ido. Hubo alguna lagrimilla (más de una), muchos abrazos, buenos deseos y algún regalo (como el de la foto, con CD de fotos incluido).

Esa misma noche a las cuatro de la mañana y para nada esperado, nos tuvimos que levantar a las 4 de la mañana, con la pelona cayendo, para ayudarla a sacar sus novecientos kilos de equipaje hasta el taxi. En realidad tenía 910 kilos, y los diez últimos nos los encasquetó a nosotros para que se los mandáramos por correo....lo que supone una nueva batalla por la comunicación con los chinos.