Fiesta de Navidad China, 23/12/2006

Los dos días antes de la Navidad los pasamos preparando la misma, por hacerlo lo más parecido a una Navidad en Madrid, así que organizamos algunos de los detalles de la cena de Nochebuena, como algunas velitas, la mesa para comer, platos de comida, los adornos, el árbol.

La verdad que los regalos que hicimos quedaron bastante bien. Compramos unas velitas flotantes, flores aromáticas secas de colores, unos cacharros de cristal, incienso y sugus... juntándolo todo quedaron unos detallitos muy chulos.
El árbol de Navidad se hizo con una especie de campana obtenida en el mercadillo de Luís y unas tiras de espumillón de colores cantosos, adornado con una estrella y pequeños adornos como piñas, lazos,...

El Belén, sí sí teníamos belén, fue provisto por la madre de Alfonso junto con los embutidos, quesos y ración de polvorones... ¿le falta algo a esto? (No vale decir la familia y amigos) Pues sí, les faltan los villancicos que, pre-terremoto de Taiwán, se bajaron del emule junto con el CD de la hermana de Raquel.

Todo completo, sólo nos falta la comida, que fuimos a comprar por la mañana del 24.
El día 23 recibimos una invitación para ir a la fiesta de una universidad... Ya estarán algunos pensando en el típico fiestorro, pero no, aquí los estudiantes en general montan las cosas de otra manera. Digamos que pasan muuucho tiempo estudiando (su método de estudio requiere mas tiempo,jeje), el tomarse unas cervezas o copillas está mal visto entre los estudiantes “normales”. ¿Se nota que añoramos tomarnos un ron de vez en cuando? Bueno, da igual, el caso es que la fiesta consistía en juegos para niños pequeños, sin música y desgraciadamente, parecía que nosotros éramos la atracción principal. Esto puede ser bueno o puede ser malo según el humor que se lleve ese día. Te lo puedes tomar bien, hablando con todos un poco, siendo simpático etc. Llega un momento que es demasiado evidente que hablan contigo para practicar sus idiomas. La verdad que este comportamiento se entiende perfectamente, pocos guiris pasan por allí y están obsesionados con la educación... Así que si estás de mal humor o simplemente sin ganas, puede ser un poco complicado forzar la máquina para hablar con ellos.

Aún así se paso la tarde, después de eso, los más valientes que vienen siendo Raquel, Nina, Alfonso y Alejandra nos fuimos a tomar una cerveza de verdad al bareto de siempre para más tarde acercarnos a una discotequilla, aunque fuera durante un par de horas...