31 Fin de año!!
Desde luego que la gente estaba animada, pero cuando entramos en el lugar la verdad que a la mayoría les dieron ganas de irse...sin embargo, nos trataron de maravilla, como a los mejores invitados. Fueron muy amables con nosotros, dándonos todas las atenciones, vamos que te sentías como en casa.
La noche, bueno la tarde, empezó con una cena que no podía ser más china. Ni un pequeño rastro de comida occidental, pero para eso hemos venido además los disfrutamos mucho. Vinito y cerveza. Tradición china: allí donde haya un invitado hay que ir, llenarse el vaso, brindar y “gan bei”, todo para dentro. Lo único que son menos tolerantes al alcohol y a la segunda o la tercera ya se andan con cuidado. A todos nosotros nos llevaron de gira por las mesas par a brindar con toda la gente de la fiesta, unas 100 personas.
Después de la cena nos fuimos a una especie de salón de actos, nos presentaron a patrocinador del evento y nos llevaron a una mesa donde había un montón de pipas y fruta. Habían preparado cantidad de actuaciones y juegos de todo tipo, además de bailes etc. La única pega era que los chistes eran en chino, pero bueno éramos muchos y muy valientes, así que lo pasamos bien. Estallamos globos, bailamos, escuchamos canciones y actuaciones de boxeo chino (Tai Chi), oímos a Marek tocar la armónica delante de todo el personal. Vimos bailar ballet a cuatro chinos enormes vestidos de mujer. Nos hicieron rellenar a todos y cada uno de nosotros unas postales para desear un feliz año. Era probable que luego te tocara recibir una en chino así que lo hicimos de coña, algunos... Alguien (Alfonso) deseó al chino correspondiente que tuviera todo el dinero del mundo para así ser mejor en la vida y no tener que estar pasando frío. Resulta que luego eligieron 4 de entre todas las tarjetas y había que salir a leerlas personalmente delante de todo el mundo y decírselo a la persona que le había tocado. Lo curiosos es que pareció ser un deseo muy común entre los chinos, la pela es la pela, vaya.
Más tarde, al novio de Julia y a Alfonso les hicieron desfilar en un pase de modelos bastante curioso. A Alfonso sólo le valían unos pantalones de todos los que había así que tuvo que llevarlos en todos los pases. Les quedaban ajustados a los chinos que son la mitad de anchos que el toledano, así que las pintas eran finas... se hizo lo que se pudo, metiendo tripa sacando pecho, ni aún así...
Al final de la noche los españoles + colombiana sacamos las uvas. Sólo nos daba para tener seis a cada uno porque éramos muchos. Tres minutos antes del fin de año de aquí, nos zampamos las uvas o lo intentamos. Luego empezaron la cuenta atrás los chinos y con ello, prácticamente a los diez minutos, se acabó la fiesta y todo el mundo para casa, menos nosotros claro que nos dejamos caer una par de horas más por el Reggae Bar.
A las 7 de la mañana del día siguiente hubo videollamada a la casa de Raquel, donde pudo celebrar, con vistas a la Puerta del Sol y todo, las doce campanadas con los cuartos y toda la pesca. Eso sí, Raquel tuvo que echar mano a las galletas pues no había uvas.
Etiquetas: Vida en China
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