Hangzhou - Beijing, negociaciones bochornosas con taxistas.
El día 15 de Febrero comenzábamos el viaje a Beijing. A las 5 de la mañana salíamos del apartamento llenos de macutos, bolsas y maletas adicionales por las feroces acometidas al mercado de copias de Shanghai.
La primera negociación del taxi al aeropuerto de Hangzhou salió rana. De unos 100 yuanes que suele ser el precio mejor que se puede conseguir, nos salió por 120 gracias a mi momento de poca lucidez y la prisa porque los dos únicos taxis a la vista nos cogieran (aunque habría muchos más si esperas un rato). Además el desgraciao de nuestro taxista, con los 120 comprometidos , hizo una conducción que fue una verdadera clase del ahorro del combustible , ni una revolución de más, media hora de viaje con el motor del coche casi calado…
El vuelo transcurrió como siempre, sin problemas de ningún tipo, bueno, nos dormimos los cuatro y nos perdimos el momento de la comida…es un fallo que no se puede cometer.
La empanada mental me seguía poseyendo. Fuimos a la zona taxi autobús del aeropuerto de Beijing. Había un problema, llevábamos muchas maletas y con cosas valiosas además de la comodidad que supone un taxi, por lo que decidimos no ir en autobús aunque es difícil que te roben en ese tipo de lanzaderas aeropuerto-ciudad. Pero éramos cuatro y muchas maletas. No sabíamos muy bien la dirección exacta del hotel, sólo su nombre , en la calle , “tonjuamer” en espachinopekines, por lo que debiamos ir juntos. Había minibuses por 300 yuanes , cosa cara. A todo esto teníamos a un pájaro ofreciéndonos un taxi ilegal cada vez más barato… por 220 yuanes aceptamos, casi fue la peor opción porque no sabes lo que te vas a encontrar.
Siendo positivos, al menos nos fuimos los cuatro juntos, muy apretados: El comercial de la compañía ilegal de taxis nos llevó por el aeropuerto hasta el coche, que era más pequeño que un smart , a nuestros ojos en ese momento. El conductor presto cogió todas las maletas y las embutió en el maletero con poca habilidad con lo que tuvimos que ir con el maletero abierto …”no problem” nos decían… Una vez en el taxi el tío no sabía cual era la calle ni el hotel con lo que en una maniobra desesperada tuvimos que sacar el portátil para mirar el mail de la reserva que nos habían mandado en el que aparecía el teléfono del hotel. Aún después de llamar parecía que el taxista no lo tenía muy claro, así que al llegar a los alrededores de la calle dimos unas cuantas vueltas hasta que vimos este hotel de tres estrellas de bajo presupuesto, cuyo personal no hablaba inglés…El conductor nos intentó cobrar 30 yuanes de más por el peaje de la autopista , pero además de saber que cuesta 15 yuanes, habíamos acordado en el precio que se incluyera ese gasto, así que se quedó con el chasco.
Por cierto, un taxi al aeropuerto, desde la Ciudad Prohibida, cerca de donde estábamos nosotros, costaba alrededor de 85 yuanes , sin negociar antes ningún precio, vamos con puro taxímetro.
Etiquetas: Relatos y Anecdotas
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