Semana fantástica 5 Oct, SanJiang Guilin
Como de costumbre, muy de mañanita dejamos el hotel de Chengyang para dirijirnos de nuevo a Guilin. El desayuno, un sandwich de tortitas con un huevo, un poco extraño pero nos lo zampamos alegremente. Le decimos adiós a este lugar...
El viaje fue un poco largo aunque el paisaje sigue mereciendo la pena, montañas, bancales de arroz normales (no como los de Ping´an) ...La carretera tenía millones de curvas cerradas con lo que era dificil dormir, bueno, Raquel si que se durmió.
Paramos a comer en otra ciudad, de la que no recordamos el nombre. El sitio estaba bien y la comida también, quizás lo que menos nos gustó fue el cerdo empanado con arroz. La mítica berenjena, la ternera con salsa (troceada claro) y el arroz estaban muy bien.
Nos hicimos una fotito desde la ventana, la vista era bonita. Ya se empezaban a ver las famosas colinas de los alrededores de Guilin y Yangshuo, que nos acompañaron el resto del viaje.
El viaje fue un poco largo aunque el paisaje sigue mereciendo la pena, montañas, bancales de arroz normales (no como los de Ping´an) ...La carretera tenía millones de curvas cerradas con lo que era dificil dormir, bueno, Raquel si que se durmió.
Paramos a comer en otra ciudad, de la que no recordamos el nombre. El sitio estaba bien y la comida también, quizás lo que menos nos gustó fue el cerdo empanado con arroz. La mítica berenjena, la ternera con salsa (troceada claro) y el arroz estaban muy bien.
Nos hicimos una fotito desde la ventana, la vista era bonita. Ya se empezaban a ver las famosas colinas de los alrededores de Guilin y Yangshuo, que nos acompañaron el resto del viaje.
Una hora y media más tarde llegamosde nuevo a Guilin un poco cansados por el viaje. Otra vez en el hotel Fubo, cerca de la colina Fubo Shan a la que subimos en seguida. Desde ahí se puede ver Guilin, el parque de las Siete Estrellas ( Qi Xing), el pico de la belleza solitaria y el rio Li. Algunas fotillos desde arriba:
En el pié del monte Fubo Shan hay una cueva, la de los diez mil budas (en realidad no hay tantos y algunos falsos) y un monton de tiendecitas de souvenires que no deberían estar ahi. Una vez fuera del recinto de la colina, a la que cuesta subir, decidimos dirigirnos hacia el pico de la belleza solitaria, enclavado dentro de un palacio del siglo XIV al que los chinos entran gratis y los extranjeros no. Entre el cansancio y la separación entre turistas de distinta procedencia nos cabreamos un pelín y decidimos no subir y verlo desde fuera...
Después de ir a ver de lejos el palacete con la montaña, nos fuimos a un super a comprar algo de picar... Tuve una gran idea al comprar una bolsa de patatas con sabor a gamba. No se si habéis tenido alguna vez tortugas y si las habéis dado de comer gambitas. Esa tarde, nos sentimos tortugas... el sabor el mismo,... Cuando quisimos llegar al parque Qi Xing, ya había cerrado pues era ya de noche. Decidimos dar un par de vueltas más por Guilin y luego descansar, estabamos bastante cansadillos y al día siguiente nos encontraríamos con una nueva guía, Carol (nombre occidental), con la que emprenderíamos el viaje por el rio Li...
Etiquetas: Guangxi, Guilin, Viajes y Turismo
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