domingo, diciembre 17, 2006

Recuerdos de Hangzhou: 18 Noviembre

El post de hoy sirve para recordar el fin de semana del 18 de Noviembre, fin de semana después de la visita a Nanjing.
Se notaba que estábamos más cansados esa semana que fue la misma que decidimos quedarnos tres meses mas en China. A partir de esta semana nos lo hemos tomado con mucha más calma, frenando un poco el ansia viajera para disfrutar más la vida en la ciudad y con la gente de por aquí.
Aún así, ¿para qué quedarte en casa si tienes una ciudad como Hangzhou esperando? Pues nada, decidimos ir a visitar algunos de los lugares que nos faltaban.
La primera parada, cerca del Lago del Oeste, fue un edificio que se ve en lo alto de la colina Wushan, reconstruido hace poco tiempo y que alberga un pequeño museo de la Historia de Hangzhou aunque lo más interesante era subir al último piso y ver las vistas de la ciudad.


En China se usaban mucho las campanas, dondequiera que vas hay campanas antiguas y la gente se afana en darle cacharrazos para que suene lo más posible. Alguien decía que había que dar tres o seis, pero la realidad es que la gente hace lo que quiere. Aqui nos encontramos a un señor mayor que nos quería enseñar a dar campanazos, la verdad es que tenía estilo :).



Este edificio estaba rodeado por un parque natural de tamaño considerable. Empezamos a andar por él sin tener muy claro donde íbamos. Nos encontramos con cuevas, pabellones, monjes, pajaros y pajaras y fuimos a desembocar a una calle del inframundo de estas que te encuentras de vez en cuando por China. Nos habíamos alejado unos 20 minutos de la parte mas interesante así que vlvimos poco a poco, parando en tiendecitas de frutos secos, pequeños comercios de ropa etc.

Pasamos por una de las puertas antiguas de la ciudad y nos encontramos con una iglesia cristiana (no sabemos de que rama) que estaba cerrada. Por último, y como comentamos en algún post anterior, nos dirigimos al que es el edificio más antiguo conservado de Hangzhou, una especie de consultorio de medicina natural. Las farmaceuticas o medicos o lo que sea dispensan unas bandejas con raices, hierbas, polvitos de muchos colores, líquidos y lo que haga falta para remediar tu problema. Acompañando a todo esto un buda con niños alrededor. Era interesante pero nos dio un poco de cosa, pues no deja de ser un poco un Hospital, así que nos fuimos de allí para ver una de las zonas comerciales para guiris de Hangzhou.

Es una callecita limpia y con muchas tiendas de souvenirs como te, seda, espadas, raices, ropa, bisuteria, cristal, un poco de todo, a sí y una tienda de TODO A 20centimos (2yuans).



Ya era tarde y el frío empezaba a calar en los huesecillos así que nos decidimos ir a cenar a una "Steak House", usease, una tienda de filetillos, con cuchillo y tenedor. Después de acabar cebadetes nos anduvimos unos 20 minutos hasta llear a la parada de nuestro autobús preferido, el 78. Un día más descubriendo secretillos de Hangzhou.

Y ya de paso, el dia anterior conocimos a los dueños del del Decathlon de aquí, dos chicos chinos muy viajados y muy avispados, que nos cedieron un hueco en su mesa en el Kentucky Fried Chicken. Ya llevamos comprados un abrigo y un chubasquero (como el de la foto) y unas cuantas camisetas. La verdad es que es casi un 35% más barato que en España y en algunas cosas incluso más. El chubasqueoro y el abrigo, 15€.


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