jueves, enero 25, 2007

Ocean Park y Pico Victoria 06-01-2007

Nuestro último día completo en Hong Kong lo decidimos pasar en el Oceanario más grande del Mundo. Se nota cierta obsesión por tener las cosas más grandes del mundo... tendrán algo de complejo.

Se coge un autobús desde la estación de ferry de Central que te lleva a la puerta del Oceanario en la zona sur de la Isla de Hong Kong. El parque se divide en dos partes, una situada en la ladera de la montaña y otra en la ladera que da al mar. La versad es está localizado en un sitio magnífico. El día fue muy bueno, mucho sol, el día seis de enero, y mucha diversión.

Empezamos por la zona sur intentando ver un espectáculo de aves, visitar unos flamenquillos que tienen por allí, ver unas cuantas tortugas y por último visitar a dos panditas que tenían por ahí dando vueltas.

¿De oceanario tiene poco verdad? El caso es que se nota la diferencia entre la zona baja y la alta. Las dos se comunican por un teleférico que brinda unas vistas increíbles de las playas de Hong Kong.

Al llegar a la zona Alta, nos quedamos viendo el mar un rato, que estaba muy bonito. Acto seguido nos fuimos a ver a nuestras amigas las medusas. Tienen un apartado sólo para estos animales y la verdad es que hay algunas especies muy llamativas... esperamos no encontrarlas por el mar nunca... Luego nos fuimos a ver la parte dedicada a los tiburones, los ves desde arriba desde abajo y también por una pasarela que cruza el acuario. Dependiendo del cristal se ven mas grandes o mas pequeños, pero vamos que tampoco hay ganas de nadar con ellos...estaban todos menos el tiburón blanco.

Luego tocó el turno del coral y de sus habitantes. El caso es que tienen un atolón enorme con todo tipos de animales, peces grandes y enormes, rayas de todos los tipos y alguna tortuga como las de “salvar a Nemo”. También estaban los peces payaso, Nemo, y los que tienen poca memoria, Dori. Fue bastante divertido...además tenían caballitos de mar y dragones de mar, anguilas, morenas, en fin de todo un poco.

Más tarde les legó el turno a las focas y los leones de mar, con show incluido. Si no se comieron 40kg de peces no se comieron ninguno. Levantan la pata, saludan, hacen el pino y cantan... Como no podía ser menos, tenía que haber también un show de delfines, dos de los cuales no hacían ni caso sus cuidadores. Los otros dos daban unas volteretas bastante serias por conseguir los pescaditos. En ese momento hacía bastante calor, así que tuvimos que echar mano del paraguas como buenos chinetes.
Después de los delfines quedaban ya pocas cosas por ver y nos dedicamos a las atracciones, tenían varias: la típica de caída libre (sentados claro), una montaña rusa tipo ”Dragon Khan”, atracción tipo Condor y Enterprise de Madrid, sillas voladoras, montaña rusa normal, montaña de agua, etc. Nos montamos en casi todo. Lo que más merecía la pena era el lugar donde todo estaba colocado, una pasada.

Por la tarde, antes de anochecer justo, fuimos a saldar nuestra última cuenta, el Pico Victoria y la vista de Hong Kong desde lo alto. Para ello tienes que acercarte al Peak Tram, un engaña guiris de lo más lento. La cola para esperar era bastante larga y hacía bastante frío pues se había ido el sol. Este tranvía te deja en lo alto del Pico, dentro, como no, de un centro comercial que se han montado hace poco, con 8 plantas. Después de tener que ver todas las tiendas, llegas a la azotea donde corre el aire que no veas...pero las vistas son insuperables. Os recomendamos que cuando podáis ir, no os lo perdáis. Las fotos las hemos hecho con la nueva cámara, que como podéis observar, todavía no dominamos.

La bajada fue nuevamente dura por la gran cantidad de gente que esperaba el tranvía...muuucho frío!!! Nos fuimos andando al metro y nos fuimos, definitivamente, de la isla de Hong Kong.

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