Turismo y Mercado de Trabajo 9/12/2006

Por la mañana, muy pronto, decidimos acercarnos a una feria de trabajo a unos veinte minutos en metro de donde estábamos durmiendo. Hacía un frío tremendo pero bueno, íbamos a ver que tipo de empresas y como es una feria de este tipo aquí en China.

Para empezar, se esperaban unos 10.000 asistentes para las 400 empresas presentes... Se formó una una cola a las 9 de la mañana de unas 8000 personas según los sindicatos y 2000 según la organización... vamos que había unos 4000 allí en una cola que ni para el Barsa Madrid en la final de Champions. La decisión fue la siguiente: o nos saltamos la cola o nos vamos. Con lo cual, y aunque en España no haríamos lo mismo, nos saltamos la cola sin mirar atrás. Obviamente no nos hicimos los longuis y nos pusimos en medio de la gente, sino que fuimos a los de la organización diciendo que veníamos de una empresa contratante y que teníamos que ver a nuestro jefe, que veníamos de Hangzhou y que las comunicaciones nos habían fallado... en fin, tampoco era del todo mentira, pero bueno funcionó y conseguimos entrar... que tampoco sirvió de mucho.

Era una feria general, no de teleco o de cosas que nos interesaran. Había muchas ofertas para trabajar de programadores, cosa que no es lo que más nos llama (aunque ahora nuestro trabajo es programar). No había lo que nos interesaba, además los diezmil empezaban a juntarse y claro los codazos y empujones estaban a la orden del día y la verdad que pillamos unos cuantos...
Después de una entrevista con un hombrecillo de recursos humanos llena de golpes y movimientos bruscos, decidimos escapar de allí ASAP.

Una vez fuera, mejor pensar en otra cosa. Demasiado chino, que no por ello tiene que ser malo, pero no nos interesa lo que podrían ofrecer esas empresas. Los chinos necesitan trabajo y las empresas pueden elegir, por lo que pagan una castaña. Además se basan mucho más que en España en la nota académica que en otras capacidades o habilidades del candidato... y toman más en cuenta tu titulación. Esto tiene su parte buena y su parte mala. Dejamos este tema aquí, que la búsqueda de trabajo real empieza el uno de Enero de 2007 y no nos queremos estresar ahora mismo.

Por la tarde, se suponía que íbamos a encontrarnos con nuestros compis de Hangzhou, que iban a venir a ver Shanghai, algunos por tercera vez y otros por primera, asi que tocaba volver a hacer el tour típico (que habíamos hecho el día anterior). No podíamos hablar con ellos, las comunicaciones estaba estropeadas, así que decidimos aparecer en su hostal para probar suerte. Unos cinco minutos después de haber llegado, nos los encontramos llegando. Después de su check-in en el hostal fuimos andandito al famoso templo del Buda de Jade.

La diferencia de la arquitectura de este templo con los rascacielos que salen como champiñones a su alrededor es un contraste que llama la atención. Se parece bastante al templo de Hangzhou, aunque en el de Shanghai se puede observar una impresionante figura de Buda hecha de Jade situada en una sala con musiquilla relajante y llena de velitas, muy espiritual. También llama la atención un carpa más grande que un camión que tienen en una charca cercana... dicen que tiene más de veinte años, será que la dan mucho té verde.

Después de esto, seguimos andando por los barrios del inframundo de Shanghai, esto sí que es un contraste, el de toda la China, pero aquí se nota mucho más. Llegamos al metro y nos dirigimos a la plaza renmin, ya de noche, para luego andar por la calle Nanjing y finalmente llegar la la vista famosa que os hemos contado dos veces.

Por último, nos fuimos a la zona antigua de la ciudad, donde todos estuvieron enredando en las tiendas de baratijas sin utilidad que tanto les gustan... un paseo con frío durante unos cinco minutos más y fue suficiente... al apartamento, donde volvimos a charlar un rato con Art, el thailandés quedando con él para el día siguiente.