Xian, Capital Ancestral, Sábado 2.
¡Ya estamos en Diciembre! Mientras esto se va escribiendo, el turrón, el belén, los regalos, los villancicos, los gorros de papá Noel y demás pueblan nuestras habitaciones, pero como esto es un diario, habrá que esperar un poquito.Segundo día en Xi´an, que por cierto significa Fortaleza del Oeste, esto no nos lo dijo la Loli, es que sabemos mucho chino XD.
Con las fuerzas que nos dió un desayuno buffet chino del hotel, empezamos prestos a seguir pateando. Este día fue un día de templos, murallas y reencuentros.
Salimos pronto del hotel para dirigirnos dirección a la puerta Este, de gran tamaño, par salir un poco de la ciudad amurallada y visitar un templo budista, diferente a los demás pues era muy pequeñito, de un barrio algo deprimido pero con encanto.
A unos 800 metros al noreste encontramos el Templo Taoísta de los Ocho Inmortales, donde nos intentaron vender alguna antigüedad robada (en el mercadillo de la puerta vaya) y donde pudimos observar las diferencias de una mini ciudad Taoísta con las convencionales budistas. Los monjes visten de negro y se dejan crecer mucho el pelo, a diferencia de los budistas que se los rapan pues representan los pecados. La verdad es que el complejillo taoísta tenía de todo, jardincitos, el templo, las casitas de los monjes, cantina, etc. Muy curioso.
Decidimos dar un gran paseo alrededor de la muralla de la ciudad. En el lado que da al exterior todavía se conserva el foso y entre medias hay un parquecillo que rodea la ciudad, muy cuidado con pabellones, piedras dispuestas de forma china XD y mucha gente practicando Tai Chi. Se observan fácilmente las torres que flanquean la muralla a lo largo de toda su longitud que dan un toque especial a la misma.
Nos metimos dentro de la ciudad de nuevo antes de llegar a la puerta sur y nos fuimos a visitar el museo del Bosque de las Estelas, un gran museo con infinidad de tablas de piedra en la que los antiguos escribían poemas, mandamientos religiosos, leyes, cuentos estrategias de guerra, tumbas, etc. Una colección caligráfica única en China. Jejeje, como no se entiende nada, pues bueno, te dedicas a pasar entre las tablas y hacer un poquito el gañán.
Son las 3, ¿qué hacemos? ¡Vamos al museo de Historia de Shaanxi! Dicen que es uno de los más completos del país. Fuimos al hotel a coger los carnetes de juventud, nos bajamos hasta la plaza de la Puerta Sur y cogimos un autobús que nos dejaba cerca… eran las 16.45 y había cerrado 15 minutos antes, ¡joooo! Era ya casi la hora de que llegaran mis padres así que fuimos de nuevo a la avenida principal a coger un autobús para volver al hotel de mis padres, cerca de la puerta Sur (muy bien situado la verdad).
¡Hola Papá! ¡Hola Mamá! ¡Qué contento estaba…qué bien! Mis padres, Rodrigo y Maria, habían llegado de Beijing, de tres días de intensa visita y por supuesto, intensa compra. Ya era un pelín tarde, para el horario chino claro, y teníamos algo de hambre. Nos metimos en el buffet del hotel, ¡Qué mal se cena en los bufetes de los hoteles! Nos pusimos las botas la verdad. Más que ganas de visitar y visitar, teníamos ganas de hablar con ellos y ver qué habían comprado etc. Nos subimos la habitación y nos quedamos allí un tiempo. Antes de la cena habíamos arreglado la excursión del día siguiente con la guía china, que la verdad era una crack, muy divertida y muy “profesional” como decía ella. A Alfonso le puso el apodo de “chico Económico”, tras intentar regatear los precios de las excursiones, que finalmente no se pudieron bajar debido a que tuvieron que cambiar el coche para que cupiéramos todos. Un taxi y a nuestro hotel a dormir. Al día siguiente toca levantarse pronto pues queremos ver TODO.
Con las fuerzas que nos dió un desayuno buffet chino del hotel, empezamos prestos a seguir pateando. Este día fue un día de templos, murallas y reencuentros.
Salimos pronto del hotel para dirigirnos dirección a la puerta Este, de gran tamaño, par salir un poco de la ciudad amurallada y visitar un templo budista, diferente a los demás pues era muy pequeñito, de un barrio algo deprimido pero con encanto.
A unos 800 metros al noreste encontramos el Templo Taoísta de los Ocho Inmortales, donde nos intentaron vender alguna antigüedad robada (en el mercadillo de la puerta vaya) y donde pudimos observar las diferencias de una mini ciudad Taoísta con las convencionales budistas. Los monjes visten de negro y se dejan crecer mucho el pelo, a diferencia de los budistas que se los rapan pues representan los pecados. La verdad es que el complejillo taoísta tenía de todo, jardincitos, el templo, las casitas de los monjes, cantina, etc. Muy curioso.
Decidimos dar un gran paseo alrededor de la muralla de la ciudad. En el lado que da al exterior todavía se conserva el foso y entre medias hay un parquecillo que rodea la ciudad, muy cuidado con pabellones, piedras dispuestas de forma china XD y mucha gente practicando Tai Chi. Se observan fácilmente las torres que flanquean la muralla a lo largo de toda su longitud que dan un toque especial a la misma.
Nos metimos dentro de la ciudad de nuevo antes de llegar a la puerta sur y nos fuimos a visitar el museo del Bosque de las Estelas, un gran museo con infinidad de tablas de piedra en la que los antiguos escribían poemas, mandamientos religiosos, leyes, cuentos estrategias de guerra, tumbas, etc. Una colección caligráfica única en China. Jejeje, como no se entiende nada, pues bueno, te dedicas a pasar entre las tablas y hacer un poquito el gañán.
Son las 3, ¿qué hacemos? ¡Vamos al museo de Historia de Shaanxi! Dicen que es uno de los más completos del país. Fuimos al hotel a coger los carnetes de juventud, nos bajamos hasta la plaza de la Puerta Sur y cogimos un autobús que nos dejaba cerca… eran las 16.45 y había cerrado 15 minutos antes, ¡joooo! Era ya casi la hora de que llegaran mis padres así que fuimos de nuevo a la avenida principal a coger un autobús para volver al hotel de mis padres, cerca de la puerta Sur (muy bien situado la verdad).
¡Hola Papá! ¡Hola Mamá! ¡Qué contento estaba…qué bien! Mis padres, Rodrigo y Maria, habían llegado de Beijing, de tres días de intensa visita y por supuesto, intensa compra. Ya era un pelín tarde, para el horario chino claro, y teníamos algo de hambre. Nos metimos en el buffet del hotel, ¡Qué mal se cena en los bufetes de los hoteles! Nos pusimos las botas la verdad. Más que ganas de visitar y visitar, teníamos ganas de hablar con ellos y ver qué habían comprado etc. Nos subimos la habitación y nos quedamos allí un tiempo. Antes de la cena habíamos arreglado la excursión del día siguiente con la guía china, que la verdad era una crack, muy divertida y muy “profesional” como decía ella. A Alfonso le puso el apodo de “chico Económico”, tras intentar regatear los precios de las excursiones, que finalmente no se pudieron bajar debido a que tuvieron que cambiar el coche para que cupiéramos todos. Un taxi y a nuestro hotel a dormir. Al día siguiente toca levantarse pronto pues queremos ver TODO.
Etiquetas: Muralla de Xian, Museo Bosque de Estelas, Relatos y Anecdotas, Shaanxi, Templo de los Ocho Inmortales, Viajes y Turismo, Xian
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