Lijiang y El Estanque del Dragón Negro
Sinceramente, la parte "antigua", reformada en 1996 tras un terremoto, es una preciosidad . Está plagada de callecitas y callejones con encanto, casas supuestamente de arquitectura Naxi hacen de Lijiang un perfecto lugar para perderse. No es demasiado grande pero para un par de días callejeando hay de sobra.
Para nosotros era ya el segundo el día allí y decidimos tomarlo con calma.
El Estanque del Dragón Negro
Teníamos una gran ilusión por acudir a este lugar en el que dicen se encuentra la "foto" más obligada del suroeste asiático . Desde luego no es para menos, la estampa del agua en calma, la silueta sinuosa del puente y el colorido del pabellón con la impresionante YueLong XueShan de fondo hacen una composición muy atractiva a la vista. Cuando nosotros llegamos estaba nublado, así que ni composición ni nada, pero bueno el lugar seguía siendo bonito.
El punto feo de este lugar, el precio de la entrada. Estando en España parece ridículo pero que te cobren seis euros por visitar ese estanque es un poco exagerado, sobre todo si está nublado. La Ciudad Prohibida cuesta cuatro euros y no es comparable. Que no se olviden el carnet joven, nosotros estuvimos discutiendo media hora intentando convencerles de que éramos estudiantes, sin fruto. La pareja de suizos que encontramos en Dali entraron con nosotros, curiosa consecuencia y fuimos con ellos al Instituto Dongba de Investigación .
Los Naxi y sus chamanes Dongba
La minoría Naxi, establecida en esta parte de China es digna de estudio. La estructura de su sociedad es matriarcal y son las mujeres las que mandan en todo, quizás no estemos muy alejados… Como otras minorías, tienen sus atuendos típicos, su música típica y en especial, tienen su propia casta de chamanes , los Dongba. En el propio estanque del Dragón Negro tienen un centro enseñanza de la cultura Donaba . Nos encontramos con un personaje peculiar: sólo se puede llegar a ser chamán Dongba si tus padres son Naxi, pues bien, un chico que estaba allí, llevaba tres años estudiando para ser chamán, nos dijo que sus padres no eran Naxi pero que al le gustaba mucho y que quería ser chamán pero que estaba triste porque no podía. Creo que no merece más comentarios. El nos introdujo la cultura, con su propia lengua hablada y forma de escritura basada en antiquísimos caracteres, su propia mitología y religión. Uno de los chamanes, un tío que posaba sin mediar palabra sentado en su silla y con una barba hasta al suelo, hacía un poco el paripé para ver si donábamos algo a la causa…
Tenían un dragón por el que se podía pasear y con figuras religiosas dentro además de unas bolas de cristal con dragones muy interesantes, pero muy caras. Más adelante nos invitaron al concierto de música Dongba , incluido en los 6 euros, con el que se puso a llover suavemente.
Lijiang desde arriba
Nos despedimos de los pacientes suizos-brasileños y decidimos contratar la excursión del día siguiente a La Garganta del Salto del Tigre , uno de los lugres más increíbles de nuestra estancia en China. El resto del tiempo decidimos emplearlo en subir a la colina que separa la Lijiang antigua y la nueva, la colina del León , en la que intentamos visitar el pabellón Mirando al Pasado , que no deja de ser un mirador al que cuesta entrar otros 6 euros. Nosotros encontramos nuestros propios miradores callejeando un poco y la verdad es que es de las pocas ciudades que se ve bonita vista desde arriba y a la luz del día.
Ese día comimos algo rápido, nos vimos una peli y cogimos fuerzas para la aventura de la Garganta... y como últimamente siempre hay algo de postre, un par de regalos: la típica tienda de chucherías en la que venden corazón de vaca y una de nuestras fotos de dos, ya que no nos guta pedir que nos hagan fotos.
Etiquetas: Estanque Dragon Negro, Lijiang, Viajes y Turismo, Yunnan
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